POÉTICA{S}





El Sonajero del Chamán, primer poemario de Cristina Hernández González, presenta una estructura tripartita: {Hades}, {Bosque} y {Tundra}. Son, en efecto, tres espacios que, a su vez, constituyen tres dimensiones discursivas y tres estados de consciencia. En definitiva, tres poéticas que exploran e indagan en la posibilidad de conocimiento de nuestro centro o de nuestro yo. {Hades} es el poemario de la profundidad, de la dualidad, de la búsqueda del yo a través de la ritualidad erótica, de la reunión de los contrarios, pero también a través del discurso mitológico y arquetípico. {Bosque} es el poemario de la verticalidad, de la soledad, de la contemplación; el yo ha sido ha sido abandonado en la espesura simbólica y ha de encontrar su claro de bosque, su centro, a través del discurso pictórico y semiótico. Finalmente, {Tundra} es el poemario de la horizontalidad, del quietismo más rotundo, del mayor estado de meditación que conduce a una desintegración del lenguaje y a una fragmentación del yo como único discurso posible. En definitiva, lo que pretende ofrecer Cristina Hernández González son tres vías para conocer ese rotundo misterio que es {el} yo.